
Las palabras escupidas
La rabia. El desprecio. La náusea.
Las flores se mueren en tus manos.
Se queman. Me robaste el aire y se secaron.
Déjame solo. Cállate que hoy no quiero escucharte.
Sacaste lo peor de mí y ahora debes tragártelo.
Sin lágrimas debes aceptar mi silencio,
mis caprichos de maldad
observa cómo el rojo se hace negro,
cómo la sangre se endurece
y cómo la mirada se congela
quizás el silencio de hoy dure siglos
o quizás el hoy sea eterno
Aristo