lunes, 9 de junio de 2008


maldita desesperación


de que todo cae y nada en mis manos


¿te pierdo si te vas? ¡entonces vete!


pero así jamás me tendrás



revuelves al niño de mí y lo crucificas con sangre


así nunca por ti me dejaré querer


jugando siempre provando


a propósito el enojo provocando



el respeto maldita, el puto respeto dónde quedó


¿no te importa acaso?


o es que estás tan embobada de imbecilidades materiales


que no te das cuenta cómo se te van las bellezas in-materiales



no me mereces


y no es que yo sea grande


pero quien no respeta al tipo que te ama


es porque en males está entrampada



ahora corre la sangre en tinta mojada


entre ideas malitas y letras de sangre mi mente se abre


y caen mis iluciones estúpidas



y en arcadas te vomito


para que te vayas con el asco


con la náusea de la biliz que chorrea de mi boca rota


jugaste a ser Dios y ganaste



mi corazón aplasteste


a mis regalos escupiste


de mi tiempo te reíste



me entiendes ahora por qué ateo soy y de Dios reniego



Aristo


y el sentir de puta madre



La gente que detesto


No hay respeto
por mi tiempo ni mi espera
siempre tarde
siempre poco sincera

des-hecha en excusas y caprichos banales
extorcionando-me con amenazas y pérfidos des-aires

¡vete lejos donde no corra el viento!
¡lejos donde no te toque el tiempo!

cuál es tu idea
deja de reírte a las espaldas
culebra seca y fría
te arrepentirás de todas tus mentiras

nunca sentiste
nunca fuiste

mejor vete
antes de que te lo grite

me cuesta mantener la calma
ante tanta brutalidad y mente retorcida

se me agita el corazón y los ojos me estallan
en la imagen violenta veo como te arrastras
atacando sin que te vean
como el cobarde que ante la verdad se mea

vete mejor vete
no quiero nunca más verte
quizás me gustaría ser más hiriente
pues siento que te lo mereces

pero respiro hondo y el odio escondo
ni siquiera te mereces estas navajas afiladas
que te corten la garganta y desangren tus perras palabras

¡mentiras! ¡excusas!
¿cuál es la diferencia?

cuando con mi corazón ciego haz jugado
y en mi mente sembrado la demencia

vete maldita, vete ya
vete luego al más allá



Aristo
y la ira del huracán

Desde el mundo de las ideas