martes, 21 de abril de 2009

confesiones de mi locura

no sé por qué escribiendo me viene el sentir maldito
el gusto por hundirme en la sensación de dolor
la poesía negra, roja y macabra
con sus misterios la perra me llama
que me abrase a su sexo
que me deje castigar por su látigo violento
de laberínticas palabras
perversas son las letras y las realidades por ellas creadas
abismo y locura
caída y golpe
sangre sangre sangre
rápido chorrean los fluidos reventándome las venas
siento como lento la mente me la queman
y escupo odio con la mano izquierda temblorosa
sin yo odiar
sin que Franco entienda la ira irracional
del demente Aristo, bestia pasional
a ratos escucho el silencio
su zumbido tenue y ligero

resuenan en mis oídos las palabras dichas
las de ellos
las mías

algunas me parecen vacías
infladas con pomposa nada
caen y rebotan en mis malditos oídos
¡que ya no quieren escucharlas!

imagino las carcajadas a mi espalda
perra vida macabra
estúpidas ideas de mi mente infectada

alucinaciones rojas
me acuchillan el alma

mientras el cristal de mis sueños
se revienta contra mi ventana

maldita niñez idiota
a veces desearía matarla

para dejar de creer
para dejar de sentir



Aristo, letras de fuego

Desde el mundo de las ideas