sábado, 31 de enero de 2009

nunca alcanza para la sobre-dosis

oscurezco mi pieza para no ver la luz
y es que quién quiere verla cuando hay drogas duras

las que sean
de todo tipo

más allá del consumo
busco los efectos

de la extraña mente que se vuelve más rara
las ideas que me aprietan la cabeza desde la tensión de las sienes

la transpiración helada
la escarcha en la espalda
las manos sudadas
la cara se pone rígida
el cuerpo tieso
quiere matarse
la nariz arde
la taquicardia atrapa el alma

seguir el desenfrenado consumo
orquestado por música maldita

y salir a la calle
y caminar desafiantemente reventado

entre los fatales humanos
y sus trabajólicos soldados
todos uniformados
todos por el gris aplastados
bien vestidos, bien peinados

con el alma muerta
zombies caminando
por el asqueroso Santiago
cargando sus cruces
gotean sangre espesa
los infelices apuñalados

ciudad de nadie
entre sus malditas calles
camino con un poco de taquicardia
mirando y riendo
maldiciendo y escupiendo

pensando en voz alta
agresivamente mostrando mis colores
en mi estúpido estado
combatir la lucidez
para qué la quiero

música maestro
comienza mi danza macabra

sin poder enfocar nada
las formas al mirarlas se deforman
la mirada está intoxicada
como todo el cuerpo
en sí mismo yace enterrado

pero qué es el cuerpo intoxicado en una sociedad tóxica
¿su síntoma?
¿su consecuencia?
¿otro efecto más de su miseria?

ya el mundo no vale la pena
y su gente misma es su propia condena
asesinos entre asesinos
todos bajo el brazo portan ensangrentados cuchillos

sigo caminando
por las lindas calles del barrio alto
tratando de armonizar mi aire bizarro

la boca está seca y la garganta amarga

pero no quiero limpiarme
siento el viento y me detengo
la paranoia parece llevársela de mí lento
se detiene por un momento el enfermo sicoseo

ya no siento que todos me miran
ya no me siento interpelado por los malditos humanos enfermos
ya no caigo en sus hipócritas juegos
contra todos ellos con una carcajada
me revelo
bien drogado, bien enfermo

me río como otro triste enfermo
ladrón entre ladrones
rata entre ratas
pecador entre pecadores

pero no me miento

y el día pasa extraño en colores y luces
y se hace noche y estoy con ella
la mujer que de niño vi en mis sueños
su mirada temporalmente sana
mira a la mía intoxicada
en ella se clava
y
extrañamente
siento
que me
ama

transparente me mira
no hay cuestionamiento
ni moral
ni sanciones
ni mentiras

sólo está su risa que ríe con la mía
su silencio que acompaña al mío
sus palabras musicales que orquestan la noche estrellada

siento que la amo y quiero seguir amándola
aunque sea mi precipicio y mi frío vacío
quiero arrojarme con los ojos cerrados
a sus sueños de amor dorados
y a su sexo animalmente deseado
a sus tinieblas y a sus miedos
a sus secretos enterrados
entre lágrimas y caparazones mentidos
llegar a todos ellos y sanguinariamente cortarlos
¿quieres matarme?
pues no tengo miedo
¡mátame!

linda negra noche de estrellas reventadas
nunca encontré la luna
pero seguiré buscándola

con la mirada infectada
el cuerpo cansado
en la gris plaza

las ideas suicidas ya no me taladran
no se trata de paz
sino de excitar mi locura

mujer-droga mía
necesito otra dosis
saciar mi sed de tu cuerpo
en otra noche de drogas y roja lujuria tuya

Aristo Risato
perro del arrebato
a drogas duras y amores suicidas sin miedo me lanzo

viernes, 30 de enero de 2009

Bob Dylan acompáñame

son los deseos de correr
lejos irme y des-aparecer

salirme de las flores que se marchitan
de la duda maldita que cuestiona

correr mientras el corazón se me cae a pedazos
correr con furia hacia la soledad que me refugia

en su silencio de canto de pájaros y de viento toca-ramas
desterrarme de la putrefacción y la ranciedad
de su hedor a sexo y colillas de cigarros

la mente se dispara
quiere irse de su jaula
desangrada busca la salida

huir de la suciedad y la perfidia
matar al falso yo interno
y ser-libre
no hay escapatoria
¿cuándo comenzó el comienzo?
¿hacia dónde se dirigen mis flechas,
mi poesía de sangre y de viento?
a
r
i
s
t
o
ladrón de flores

miércoles, 28 de enero de 2009

sólo para ti

mis manos siniestras se meten
en tus rincones oscuros
recorriendo el limbo de tu cuerpo desnudo

los besos húmedos
la lengua
el gemido revienta-tímpanos
la mano abierta que baja
apretada baja
por tus pequeños pechos
y su torre de carne erguida

el meter y sacar
el chupar en mis dedos
tus bajos fluídos

tu cara de goce
tu cara de odio
tu cara de perra

tu boca abierta pidiendo que te rompa
tus dientes que amenazantes se asoman
tus labios mojados que se rozan
tu mirada clavada en la mía
y la tensión caliente
entre los dos
cuerpos
que se
miran

mientras mi mano recorre el lado oscuro de tus muslos
quiero entrar
animalmente quiero entrar

y que seamos un mismo latido
la carne, la carne, la exquisita carne
que quiere deborar mis bajos instintos

el cuerpo respira
mi mano ya no se mete
te escucho gritar y ahora me voy
a casa con una enervante paz





aristo
rojo latido


Dios me escucha
Dios me calla

Dios me aplasta
Dios me batalla

Dios se esconde
Dios estalla

Dios pregunta infinita
Dios perro rastrero

Dios en el viento
y en la montaña

Dios y mi alegría
de la mañana

Dios maldito de ti caigo enfermo
preso en mi pequeñez
preso de mis gigantes pequeñeces


aristo
¿dónde estás?
debo irme de ella
alejarme de su caos
arrancarme de su tormenta

correr hacia la libertad
de no pensarla
de no extrañarla
de no desearla

que los caminos se hagan libres
sin intervenir en su azar
aceptaré humilde sus designios

un santo decir SÍ
a su ausencia
o a su compañía

pero sí digo no
a la palabrería venenosa
a la pataleta caprichosa
a las miradas mentidas

no busco sólo a la mujer
sino también a la niña

que juegue conmigo
y con cada letra de mi poesía
que me haga reír
cuando el mundo se me haga trizas





aristo
la sentencia

domingo, 25 de enero de 2009

mi mente negra está en blanco
a cada arcada una palabra vomitada

es la bíliz espesa que quema la garganta

la náusea de la mañana
la locura del odio y la pena
la incomprensible rabia

se revientan en mi confundido ser
aturdido me caigo y me golpeo
se me raja el pecho y me
saco el alma
dañada

contra mis palabras de látigo
contra todo mi ser
me mato
me paso el cuchillo por la garganta

chorrearlos a todos hasta caer muerto y seco
sin más sangre
sin más sueños
sin vida

buscando la felicidad escondida
salgo a matar cada segundo de este domingo
fatídico día


Aristo

domingo-cabrón; cuchillo a mi sensibilidad

domingo
el domingo sangra
todo rojo bajo su espesa mancha

las heridas se abren en la carne cruda
y el derrame no se estanca
a borbotones mi dolor grita
lo vomita ácido mi garganta
dime dónde te escondes Dios cuando descansas
cómo hacer frente al látigo con el que me des-ollas

las palabras queman el alma
y con el cuerpo un tanto intoxicado por el consumo desnfrenado
me hundo
me hundo lento a mi vacío oscuro de domingo

condenado a la tristeza me pierdo
ahogado en sus profundidades a Él le rezo

Dios mío, si tan solo existieras


aristo
y la maldición del domingo

viernes, 23 de enero de 2009

huracán perfecto

quiero con mi nariz reccorer tu cuerpo
mujer-tierra
soy tu hombre-viento
huracán violento
golpe de amor
espasmos de vida
para los ojos del mundo
dos enfermos
es la envivia de no tener
lo que nosotros tenemos
el amor frenético
desafiante
y anhelante siempre de otro encuentro
en la solitaria noche te siento
y en tu ausencia entro en tu cuerpo
con mis manos te toco sin hacerlo
y el viento penetra lento
hasta llegar a tus secretos
¿dónde escondes a tus muertos
mujer-tierra-tormento?


aristo
del aire
manos de viento

loco de locura, amante nocturno

son sus manos suaves que acompañan mi silencio
son sus ojos pequeños que se esconden
pero que en un segundo se sumergen en mis precipicios

no te metas en esos laberintos, princesa
ni en mis oscuros recovecos
encontrarás un corazón herido y la mente de un enfermo

deberás cruzar el río rojo de mi sangre
que violenta sube
baja
y
cae
sin orden ella atraviesa los siete mares
desafiando a dios y a sus malditos ángeles

ejército de cobardes

vez lo que te digo
es mi enfermedad
son mis des-aires

es el torrente que todo lo destruye
es el pulso caliente de mi corazón que arde

por tus besos
viajar hacia lo in-explicable

quemarme con tu boca
en tu sexo asfixiarme
que me aprieten tus piernas
hasta estrangularme

buscar felino
tus rincones oscuros
y devorarlos animal salvaje
romperlos desde dentro tuyo
quemarte con este corazón que por ti arde

matarte
felinamente desearte
a tus ojos lento acercarme
sentir que los reviento con sólo mirarte

¿escuchas mis gemidos?
¿sientes como las venas se hinchan y quieren reventarse?

¿sientes el vibrato?
sinfonía de respiros
en el oscuro silencio y el calor de enero
abrir cada poro de tu volcánica carne

con mi lengua absorber tu sudor
con mi lengua buscar tus fluidos
con mi lengua amarte fuego furia pasión

recorrer tu cuello lento y robarte su olor
atraparlo en mi garganta
y condenarlo al perpetuo amor

es mi maldición
mi condena
es mi alma la que te grita
mujer-tierra
llévame a tus precipicios
lánzame a tu vacío
castígame
fusílame
mátame
bésame
ámame
hazme tu hombre tuyo en tus deseos nocturnos

aristo
y el ritmo de dos cuerpos hecho uno

lucura pasada la media noche

es el temblor interno
es el silencio
es el taladro que me atraviesa las sienes

es el ruido
son los murmullos
es mi corazón acuchillado tuyo
es el fluir maldito
es la ira contenida
son los sueños rotos por todos

¡asesinos malditos!
¡infelices bestias oscuras!

víctimas y victimarios de mi locura

en el limbo tambaleo
de caer preso de mi maldad
y de mis siniestros deseos

no le temo al vértigo
señor de mis precipicios
ser felino los desafío altanero

ave de presa
araña negra
serpiente venenosa

soy toda su crueldad, pero también la débil rosa
la flor que se seca
la lágrima que baja siniestra
la pena, la cicatriz, la mente enferma

soy Aristo, ¡un maldito!
tengo miedo
en la oscuridad de la negra noche
siento la blanca muerte

siento el frío del cuchillo
el ardor del hielo

caigo al vacío
o quizás
siempre estuve cayendo

brotan las flores
manchadas de mi sangre
florece mi pena
inexplicable condena

el cuchillo atraviesa lento
en ideas malditas
el corazón del hombre-viento

sangran, sangran, sangran mis miedos
el temor a despertarme loco sin tu compañía
en la extraña mañana
en esta vacía noche

mi enfermedad maldita
la crueldad del corazón que por ti palpita
el temor a que se haga recuerdo tu sonrisa

violentas ideas me azotan
el cuerpo cansado que siente
la mente caótica que medita suicida

sigue chorreando la herida
manchando en espesa sangre roja
mi negra poesía maldita

es la locura de Aristo
su lucha interna por la vida
su macabra aventura por recuperar
la asesinada ternura perdida



aristo
maldiciendo en silencio

domingo, 18 de enero de 2009

cerrándose el cuarto de siglo

he escogido tomar mis decisiones
se está cerrando un ciclo y siento que tengo que hablar

he comprendido que la felicidad es una opción
es un momento aceptado por una idea madurada
que no cuestiona
que no juzga
que guarda silencio

es la afirmación de la vida
es la justificación de la vida por la vida

más allá de profundas filosofías
la felicidad bucea en sensaciones oscuras
hundida en lo más profundo de nuestra infinitud espiritual
ella en nuestros latidos respira

y frente a los golpes de la vida
aceptaré cada latigazo
sabiendo que me levantaré
una
y
otra vez

la vida es lucha y es el sofocante padecer
la vida brilla en cada victoria
y su sentido está en su arte
hecho a puño y sangre

la vida es la flor negra que seca cae
la vida es la aniquilación constante
el precipicio
el vértigo
el suicida pensamiento

es eso y toda su contraparte
la vida es la vibración del cuerpo frente a la montaña aplastante
la vida es cada sonrisa
un sueño de nubes que apenas se pisa
una sorpresa tras otra sin dejar rastro ni pistas

es el amor
es dios
es la locura infinita

a
r
i
s
t
o
"ya han madurado las heridas
hago mi caminar tranquilo y sin prisa"

domingo, 11 de enero de 2009

eres, soy...

mi sueño mío tuyo
tu sueño tuyo mío
sin conocerte te siento
en el aire, en las flores, en mis suspiros

llegaste e insistes en quedarte
por qué
será que también sabes lo que yo sé

será que entiendes el idioma de la tormenta
y sus códigos de amor

quiero verte
necesito verte

sin haberla escuchado antes imagino tu risa
su música lúdica y yo en ella bailando libre
borracho de ti

mi corazón en el tuyo lo siento
quizás el beso y su tibio aliento tierno

quizás sí somos nuestro sueño
o quizás es otra broma macabra del azar violento
pero el valor de este momento
de ilusión y dorados pensamientos
me haría retirarme de ti caminando lento, contento




aristo
y la conquista de un nuevo sueño

jueves, 8 de enero de 2009


los días pasan y pasan
las noches cálidas sin ti son heladas



el tiempo frenético corre y la luna tierna se llena
y se hace nada



gente
qué es la gente
gente gente gente

gente buena

gente mala

gente alegre

gente con pena



podemos ser felices sin ellos

irse lejos y des-aparecer

volver a vientre de la naturaleza



dibujarla y cantarle

pero la felicidad real debe ser compartida
de lo contrario son sensaciones egoístas



pero los humanos somos una mala raza

hay dolor y codicia

hay intereses y temores paralizantes



quiero amor

nada complejo

sólo la sencillez de un cariño, el detalle de una sonrisa





aristo supertramp

viernes, 2 de enero de 2009

salí a conquistar mi vida
y encontré risas y flores

más allá de las expresiones humanas
impredecibles y traicioneras
está la felicidad

en el vibrato del cuerpo
al contemplar sus precipicios
en la piel que se arruga cuando el viento frío la acaricia

en los sonidos de la naturaleza
que se hacen música

escapar
escapar es la solución
huir de los humanos hacia la conquista del yo

pero para lograr eso hay que des-alienarse
dejar de ser soldado de lo real
sacarse el gris y la suciedad
el polvo de las industrias

huir del estrés y la histeria
huir del odio al prójimo
huir de las falsas relaciones y sus prejuicios

todos viviendo de sus mentiras
todos celebrando el triunfo de la hipocrecía
todos valorando tu nivel de consumo y tu vida material

¿y el amor?
¿y la verdad?


a
r
i
s
t
o
amigo de Supertramp

En la ciudad los árboles no hablan.

No se conocen.

La ciudad no es natural.

El silencio es de ruidos y de murmullo

de palabras vacías.

Las flores son pequeños colores en el gris,

pero des-aparecen.

Son tragadas sin masticar

por la "vida real".

Son arrancadas por enamorados

que después maldicen y sufren.

En la ciudad

la única escapatoria

es el silencio.





aristo

LAS RELACIONES HUMANAS CONTAMINAN

Desde el mundo de las ideas