lunes, 30 de marzo de 2009

En cada ola veo un espejo

y en él
el profundo desprecio
que el mar siente por mí
Aristo
llévense su estética
llévense lejos su bien y su mal
yo me quedo con esto:
la tarde, el mar, el silencio
mis deseos, mis ideas
mi estremecer
interno
Aristo Risato
manchas de sangre
marcan el odio que siento
han negado mi amor
y siento que de mí
sólo pueden florecer rosas negras
un odio bruto y ciego
terco y violento
vivo mi propio invierno
mi temporada en el infierno
ideas malditas pienso
mientras me desangro lento y duermo
Aristo Risato
pequeños somos
seres-naturales-salvajes
con una palabra de lo divino
con una imagen cósmica
del sentido
de la existencia
nada
sabemos
otsira

sobre ese tal Arthur Rimbaud


vivo mi temporada en el infierno
a veces

a ratos

momentos negros de nubes y lluvia ácida


veo la tontera viva en una juventud muerta

veo como todo se cae y sigue la tormenta

los veo y es mirarme al espejo
me doy asco

debo emprender el camino de mis sueños
serles fiel como el más rastrero perro


a ratos me siento contaminado

a veces a ese falso ser desearía meterle un balazo


porque me lleva, me empuja hacia abajo

y el golpe es sin herida

sangra por dentro mi primavera marchita

cuando escucho las sexuales astucias


¡la ebria lujuria!


la ebria lujuria vomitada en palabras y risas borrachas

escupida con arrogancia por sus babosas bocas

desde sus mentes infectadas

vivo mi temporada en el infierno
a ratos, en algunos momentos...

Aristo Risato

Desde el mundo de las ideas