lunes, 18 de enero de 2010

desde mi ventana

no puedo hablarte
no quiero hablarte

no tengo más remedio que escupir por la ventana
mirando el día gris que pasa

nublado como el sol siento mis ojos
pesados y dormidos

me cuesta hacer frente
me cuesta entender cómo vivir

a veces no lo deseo
sólo pienso en dormir ese sueño eterno

no quiero más responsabilidades materiales ni dependencias afectivas
estamos acá, los humanos, para hacernos daños
incluso cuando amamos

no quiero aprehender
al menos hoy no

no quiero estar acá
no quiero ver a tanta gente conectada
pero no conmigo

fantasmas en la oscuridad
eso son
se pasean con palabras y nombres que no entiendo

que tampoco van dirigidos hacia mí
producto de la descompensación moral me siento morir
no puedo pensar no puedo avanzar
mi cerebro infectado aún del blanco veneno lucha por vencer los últimos espasmos

dónde quedó la ternura, me pregunto sin saber si la quiero
condeno a una mujer que no me ama y acribillo a la que lo hace

Dios castigador sácame de acá
definitivamente este no es mi lugar

Risato
tormenta desde la mente

Desde el mundo de las ideas