domingo, 9 de noviembre de 2008

silencios en el domingo

El miedo de mi niñez era que ella se muriera. Mi Madre.
Sin poder poder dormir me tapaba entero. Tanto que incluso escondía la cabeza dentro de mi pijama blanco con autitos de colores:
para que nadie me viera. Para que nadie supiera que estaba ahí.
Más que miedo era una sensación de pánico. Hoy fue de angustia.
Con un poco de temor me asomé por la puerta de la cocina hacia la esquina "lejana" del living,
y ahí estaba ella:
regando unas pequeñas plantas que se tambaleaban en el pequeño balcón de la pequeña ventana de mi pequeña casa. En un silencio tan delicado ella se mueve. Feliz de verme me sonríe mientras yo me averguenzo torpemente.
Me había pillado mirándola escondido como un niño.

Es mi mamá. Esa mujer que veo todos los días y que de un segundo a otro me vi viejo extrañándola cuando estaba viva.
a
s
o

no se quién diablos soy más allá de un tipo emocionado

mi mamá

la imagen de mi madre en la ventana
a
un golpe al pecho de emociones
r
lo mucho que la quiero
i
la pena cuando se vaya
s
t
o
Aristo
y la imprudente lágrima

Desde el mundo de las ideas