Qué insolente arrebato:
violento, irrespetuoso
sin memoria ni recuerdos
Agresiva con vuelos de polilla me castigas
con barata palabrería acribillas el silencio y mi poesía
Cobarde quien ataca desde atrás
miserable estocada
Vomito de borracha lujuria palabreada
ostentando la felicidad in-completa
enriqueciéndose de mi pena
Avanzar pisoteando a quien te ama
escupiéndole a su recuerdo
¡Orgullo de mosca!
¡Honor de cucaracha!
¡Felicidad de hiena!
Alma de flor marchita
te des-harás en lágrimas malditas
y te ahogaras en la negra pena infinita,
en el vacío de la soledad individual mi aroma violenta a tu garganta se atrapará
¡Una y mil veces más!
Es mi maldición, mi condena
¡Látigo de viento! ¡Conciencia in-tranquila! ¡La sangre te revienta las venas!
Es él, ser de voz y viento que habita dentro de mi piel. Es Aristo Risato, el de las ideas malditas, el de las letras de sangre.
martes, 5 de febrero de 2008
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