lunes, 19 de mayo de 2008

FALSA!

nuevamente habla el alma enrabiada, la mano tembloroza, el corazón atacado
maldigo tener que toparme contigo.
me da rabia.
me das rabia.


el descaro, el escupitajo grosero a mi poesía

y no entiendo
por qué

sólo vete en silencio
para siempre
no me hables
no me mires

sólo muérete lejos de mí
vive lejos de mis pasos y aniquila mi recuerdo

jamás debí amarte
¡nunca! ¡jamás!

me enamoré de quien menos debía hacerlo y ahora pago esa estúpida decisión

vete maldita
Matilda fue la mujer de Aristo, su musa
Matilda no eres tú, ese bello nombre no te pertenece
es y será para quien ame atemporalmente por siempre

pero ahora estás muerta
no profanes su nombre, no lo prostituyas
invéntate a ti misma sin lo que yo te di

yo la creé
yo la puedo destruír

muérete de mí
piérdete en tu vida y no se te ocurra volver a cruzarte en la mía



Aristo
y el veneno de tu imagen
se me quebró el alma:

cristal frágil se oscurece
y cae en pedazos
de lágrimas
rotas
maldigo la realidad de tener que verte
los colores se van,
mi corazón se entristece.
Aristo
apuñalado

hipócrita!

qué



fácil
olvidas
te fuiste
de mí
pero aún no te vas
Aristo anti-Risato
(¡vete!)

Desde el mundo de las ideas