miércoles, 4 de junio de 2008

paranoia

la negra poesía y la maldición de escribirla
el odio contenido
en la impotente lágrima

un golpe a la muralla
a ver si con la sangre la arcada estalla

vómito de palabras
como dardos arrojados al blanco

con la intención de hacer daño
siento como me transpiran las manos

amargo resabio lanzo al viento
el tiempo pasa y el veneno corroe el alma

la sangre no se estanca
chorrea
hasta dejarme seco

el último respiro
y caigo de mis pensamientos
preso





Aristo

blablabrotas

a cada paso un pensamiento
ideas negras
pero no siento cargo de conciencia

algo de demonio tengo
con los puños apretados camino mojándome
bajo la lluvia me limpio

me dejo acariciar por su humedad
me dejo golpear por su arrebato de gotas

caprichos
lleno de "responsabilidades"
escojo la vida

vivir-la
de manera musical

sin cansarme buscar la sonrisa espontánea
enamorarme a cada segundo
no dejar de sorprender-me

sin perder la inocencia me dejo engañar
por mentiras rosas
sufro los rojos amores

mi mente negra la dejo en blanco

busco colores
incluso en los días grises

estímulos
para sentir que vivo
la pena maldita
la carcajada demencial
el odio amargo

sensaciones
para poder respirar

entregarme al calor de tu entrepierna
a la humedad de tus muslos que temerosos se abren
al sudor de tus poros abiertos les doy mi lengua
a tus gemidos, mis oídos

el calor del cuerpo
la crudeza de la carne palpitante

demonios,
demonios y ángeles

amar y odiar
día a día
hasta que la muerte venga a llevarme
y me pesen los pies de tanta vida



Aristo
y la tontera

Desde el mundo de las ideas