jueves, 31 de mayo de 2012

Los mismos nocturnos de siempre.
Los veo entre-ojos, casi mirando hacia atrás. No me detengo y sigo caminando, mientras busco un cigarro en mis bolsillos. Jamás hubo alguno y eso lo supe en todo momento, pero mis manos están inquietas, sudan, y sus dedos, que son mis dedos, se mueven frenéticos rajando paños con sus uñas. 
Aún veo la sangre, aún el rojo cubre cada rincón de mis ojos y su consistencia espesa todavía no baja de mi garganta. Me apoyo sobre un auto, afirmado en 90º empiezo a vomitar. Miro hacia atrás y veo a los oscuros. Río. Me urjo. Arcadas. Un grifo quiere sacarme con su amarillenta bilis hasta los huesos. Sigue la noche en su silencio de estrellas vibrantes y perros vagos. Sabrán unos y otros la existencia de ambos?
Los oscuros me siguen sigilosos, ¡ratas! ¡perversos! ¡asesinos!
Chocaría contra el vidrio de una santa botella y taparía con su alcohol mis heridas que quieren secarme las venas, rompería el cristal falso de toda verdad con tal de no ver más a los oscuros. Arranco, una vez más. Huyo, una vez más, el mismo cobarde de siempre. Arranco y choco conmigo. No me entiendo. Me observo y ahí estoy, aterrado, con los ojos salidos, con la respiración galopante, hablando de serpientes y nubes naranjas. Yo y yo. Nadie más que nosotros dos. Y ahora, ¿quién es el oscuro?



Risato
león sin oro
Y nos vamos
Volvemos?
Vuelvo?
Voy

Y todo queda

Cargo liviano
Para caminar hasta
Que de los pies salgan pies
Y seguir caminando construyendo ruta

Sueño con un amor
Sueño con un mundo mejor

Creo en la revolución como creo en el amorío de la luna con el sol

Y el camino será cubierto de otoñales hojas
Me voy en junio de 2012 hacia el parto de un nuevo hombre

Vuelvo?

Soy?

Estoy?


Dejas huellas en las calles
en los besos que no me diste, ya fuiste
en ellos sobre los mìos cayendo 
yo en los tuyos como un río que sube y baja
corriendo furioso hacia su mar
mi boca busca y toca y moja
la lengua roja
y entre los dientes
ríos hacia los mares
y mares lunares colmando tus ojos
destino fatal de toda humedad

Desde el mundo de las ideas