domingo, 9 de marzo de 2008

Escupos de amor

Vivir en esta maldita sociedad. Intentar vivir en ella. Entre las garras de los ambiciosos y las mentiras del amor. Qué diablos importa ahora esa estupidez. Quién quiere vivir el amor si hay otras prioridades como el conformismo individual. Mentiras. Náuseas. Engaños.
Jamás quisiste amar. Jamás quisiste sentir. Jamás te importé.

Y continuará la búsqueda solitaria de la mujer guerrera que me arrebate los sueños.
Una vez más cae el soldado herido. Una vez más el mundo ríe a su espalda.
Nuevamente todos disfrutan de lo maravilloso de ser, existir y no sentir. Y uno acá matándose por amor, acuchillándose con pensamientos suicidas.

Déjame en paz. Vete. Fuera de mí. Pero vuelve, en carne no en recuerdo.

Cómo duele vivir a veces. Pero siempre se aprende.
Y ese amargo depositado en la fuente del alma.
Y tus palabras cuidadosamente dichas.
Tienes miedo.
Siempre lo tuviste.
Te ganó el pavor de seguir siendo tú en mí.
No estás y sigo siendo lo que soy. Es lo mejor. Quiero caminar sólo. Es lo mejor.
El mundo se cae a pedazos y se seguirá cayendo.
Los sueños de amor puro y verdadero siguen intactos.
Tendrán que matarme con ellos para que deje de creer.




Aristo

Desde el mundo de las ideas