
Ay Aristo
poeta infantil maldito
engendro del viento y la angustia
de ser y existir
escupo blasfemo del hijo de Dios
esperanza acallada de destronarlos
salvaje tras la presa
la pregunta imposible, la respuesta secreta
crueldad y belleza de oso blanco
deseoso de precipicios
desafiante te elevas alto
Ay Aristo
te haces libre en la música de las letras unidas
amarga rebeldía de la sangre, la herida
fluyes en el latido de la palabra armada
te lanzas violento, sin respeto desnudas con la mirada
arrojado a los umbrales del espacio y el tiempo
benditos momentos
la excelencia del pensamiento
a-moral abrasas la vida
y te entregas inocente a la miserable selva
y a sus perras arpías
entre sus modas y conceptos
flotas idiota
sin entender sus verdades
enjuiciado por sus falsas notas
encarcelado te quieren
muerto te quieren
natural-fluyes-dinámico entre ellos
en ideas malditas, letras de sangre
no te perdonarán que con tu poema
los manches
vete con tus risas
rápido corriento por el bosque
bufón sin corte
a quién pretender hacer reír
si ni siquiera te re-conocen
voz en el silencio
me estremezco
se detiene el tiempo
mentira
se detiene el alma
absorto la contemplo
respiro con calma
mi propia voz resonando dentro
en mis oídos la siento
soy Aristo, cuadro infernal de tus sueños
soy Aristo, melosa hoja que cae despacio
en la cuna del viento
soy-todo-lo-que-es
sin-pensar-en-serlo
la sensación de vida en el pecho
natural arrebato violento
espontánea idea lanzada
ácida granada
amargo resabio de ángel negro lamento
soy dos en mí
la bendición de sentir al escribir
eclipse de la razón
luz pagana
sensaciones cósmicas
experiencias místicas
estrella entre las estrellas
soledad de montaña
felicidad pura de niño la mirada
Ay Aristo
vuelve a tus carvernas de cristales pensamientos
duerme en mis sueños y bebe de sus inventos
Silencio.
Te espero.
Llegaste?
Silencio.
Ahí estás.
No quieres hablar.
Duermes.
Duermo.
( )
poeta infantil maldito
engendro del viento y la angustia
de ser y existir
escupo blasfemo del hijo de Dios
esperanza acallada de destronarlos
salvaje tras la presa
la pregunta imposible, la respuesta secreta
crueldad y belleza de oso blanco
deseoso de precipicios
desafiante te elevas alto
Ay Aristo
te haces libre en la música de las letras unidas
amarga rebeldía de la sangre, la herida
fluyes en el latido de la palabra armada
te lanzas violento, sin respeto desnudas con la mirada
arrojado a los umbrales del espacio y el tiempo
benditos momentos
la excelencia del pensamiento
a-moral abrasas la vida
y te entregas inocente a la miserable selva
y a sus perras arpías
entre sus modas y conceptos
flotas idiota
sin entender sus verdades
enjuiciado por sus falsas notas
encarcelado te quieren
muerto te quieren
natural-fluyes-dinámico entre ellos
en ideas malditas, letras de sangre
no te perdonarán que con tu poema
los manches
vete con tus risas
rápido corriento por el bosque
bufón sin corte
a quién pretender hacer reír
si ni siquiera te re-conocen
voz en el silencio
me estremezco
se detiene el tiempo
mentira
se detiene el alma
absorto la contemplo
respiro con calma
mi propia voz resonando dentro
en mis oídos la siento
soy Aristo, cuadro infernal de tus sueños
soy Aristo, melosa hoja que cae despacio
en la cuna del viento
soy-todo-lo-que-es
sin-pensar-en-serlo
la sensación de vida en el pecho
natural arrebato violento
espontánea idea lanzada
ácida granada
amargo resabio de ángel negro lamento
soy dos en mí
la bendición de sentir al escribir
eclipse de la razón
luz pagana
sensaciones cósmicas
experiencias místicas
estrella entre las estrellas
soledad de montaña
felicidad pura de niño la mirada
Ay Aristo
vuelve a tus carvernas de cristales pensamientos
duerme en mis sueños y bebe de sus inventos
Silencio.
Te espero.
Llegaste?
Silencio.
Ahí estás.
No quieres hablar.
Duermes.
Duermo.
( )