miércoles, 9 de abril de 2008

ser. no-ser.


Ay Aristo
poeta infantil maldito

engendro del viento y la angustia
de ser y existir

escupo blasfemo del hijo de Dios
esperanza acallada de destronarlos

salvaje tras la presa
la pregunta imposible, la respuesta secreta

crueldad y belleza de oso blanco
deseoso de precipicios
desafiante te elevas alto

Ay Aristo
te haces libre en la música de las letras unidas
amarga rebeldía de la sangre, la herida

fluyes en el latido de la palabra armada
te lanzas violento, sin respeto desnudas con la mirada

arrojado a los umbrales del espacio y el tiempo
benditos momentos
la excelencia del pensamiento

a-moral abrasas la vida
y te entregas inocente a la miserable selva
y a sus perras arpías

entre sus modas y conceptos
flotas idiota

sin entender sus verdades
enjuiciado por sus falsas notas
encarcelado te quieren
muerto te quieren

natural-fluyes-dinámico entre ellos
en ideas malditas, letras de sangre
no te perdonarán que con tu poema
los manches


vete con tus risas
rápido corriento por el bosque
bufón sin corte
a quién pretender hacer reír

si ni siquiera te re-conocen

voz en el silencio
me estremezco
se detiene el tiempo
mentira
se detiene el alma
absorto la contemplo
respiro con calma

mi propia voz resonando dentro
en mis oídos la siento
soy Aristo, cuadro infernal de tus sueños
soy Aristo, melosa hoja que cae despacio
en la cuna del viento

soy-todo-lo-que-es
sin-pensar-en-serlo
la sensación de vida en el pecho
natural arrebato violento
espontánea idea lanzada
ácida granada
amargo resabio de ángel negro lamento

soy dos en mí
la bendición de sentir al escribir

eclipse de la razón
luz pagana
sensaciones cósmicas

experiencias místicas

estrella entre las estrellas
soledad de montaña
felicidad pura de niño la mirada

Ay Aristo
vuelve a tus carvernas de cristales pensamientos
duerme en mis sueños y bebe de sus inventos
Silencio.
Te espero.
Llegaste?
Silencio.
Ahí estás.
No quieres hablar.
Duermes.
Duermo.




( )

Desde el mundo de las ideas