martes, 24 de junio de 2008

Poema número 100


ella me habla
ella me mira
ella no se cansa

de lejos la observo reírse
a veces lo hace de mí, otras no lo sé

me pone nervioso
la pongo nerviosa

complicidad de viento
niño terco de aire de nuevo te desvaneces
en sensaciones del momento

fruto del imaginario beso
paso ligero y me vuelo

poeta tonto enamoradizo
huyes culebreando del mezquino compromiso
corazón sediento te arrojas ciego a nuevos tormentos

buscando una nueva musa para el herido Aristo
lo emborrachas y en nuevas mentiras lo embaucas

ay si serás cruel odioso amigo

escóndele las letras de su nombre en un juego
de niños
hazlo jugar
una vez más

en la sonrisa de ella que lo mira
que voltea y nerviosa lo saluda

despierta Aristo, despierta...
era un sueño
sí, incluido el beso



Aristo
y el sueño del amor

quién lo diría...

déjala











Aristo

Desde el mundo de las ideas