martes, 24 de abril de 2012

Quieres ver sangre?
Anda! Ven, bésame.
Muerde mis latidos en labios palpitantes.
Muérdeme el corazón mientras devoro el tuyo.
Todo en rojo, todo salpicado en sangre y carne.
Aún quieres? Te ríes.
Te ríes y sin pronunciar palabra alguna me muestras tu lengua,
mirándome desafiante, con tu calor que todo lo quema, brotando de cada uno de tus poros, fluyendo con toda tu humedad hacia mi abrazo invisible.
Y yo, viento sobre las montañas no puedo escapar.
Preso de un líquido rojo que corre desde mi imaginación hasta mis manos,
sólo deseo besarte hasta que no queden huesos ni mujer ni instante.

Desde el mundo de las ideas