
que la lágrima se haga puño y odio
pero verterlas, no
y es que no entiendo
esta sensación de estómago, de ojos y de pecho
no quiero tenerla
y me equivoco y actúo como un tonto
enamorado de un lazo invisible la cortejo sin tener que hacerlo
y es que está prohibido
y es que la gente dice que está mal
y es que la mala educación no te lo agradecerá
ni ahora ni nunca ni jamás
ay maldito estúpido que no puedas controlar tus arrebatos
flores para ella
poemas para ella
¡pero a ti te llenan de aire!
que lo haces oro cuando en sus ojos la ves mirarte
¡qué idiota Franco!
¡qué imbécil Aristo!
¡qué estúpido los dos!
y es que debes hacer del quiero un debo
¿pero quiero querer no quererte más?
sé que no eres para mí
sé que no
pero qué diablos pasa que sigo queriéndote
y por qué demonios sigo creyendo que esto no se ha acabado
y mi alma pende de un maldito cristal muerto
inocente bruto sigo cayendo en el mismo sueño
quiero extirparte de mí, pero no puedo
día a día lo intento
y de pronto me veo en un arrebato violento
de ir a buscarte y en tu puerta una flor dejarte
y nervioso me quedo esperando una señal
un signo de agradecimiento
y podría haberme muerto esperando
qué crueldad más grande la tuya
qué necedad más grande la mía
entiendes cómo me siento, mujer de hierro?
cómo los des-aires me entumen el cuerpo?
cómo la no-respuesta me llena de pena y de odio siniestro?
y las estaciones pasan y estamos en invierno
y el frío me cala los huesos
y la mente me la asedian sangrientos pensamientos
estoy volviéndome loco lo siento
poeta violento
resentido, maldito y terco
en el amor ya no creo
de mi corazón dolido
chorrea
el ardor de mi sentir herido
y cae gota a gota sangre espesa que no se agota
el odio acumulado en una roja posa
Aristo
acuchillado
seudopoetaHerido
maldiciónalperrodeCupido