Nervioso camino hacia el metro. Meto mi mano al bolsillo y reviso en mi billetera. No tengo la bip. ¡Puta! Me devuelvo a buscar el auto. Para variar con una peste de bensina. Mala volá. Acelero para llegar a la hora. Hago trampa en la Alameda y me cuelo entre varios autos. Me estaciono donde no debo en Miraflores y salgo casi corriendo hacia Monjitas. De reojo veo unos pankys badulaques que machetean mientras bajo raudo las escaleras del metro. Me río en silencio. LLego a la boletería. La busco con miedo. Observo detenidamente a mi alrededor. Y ahí está. Con un bolso de muchos colores. Es guapa. Nos saludamos con un abraso. Salimos de la estación Bellas Artes y caminamos sin importar dónde por el forestal. Y el día continuó y el tiempo hizo su misterioso trabajo....
Itoras
Es él, ser de voz y viento que habita dentro de mi piel. Es Aristo Risato, el de las ideas malditas, el de las letras de sangre.
sábado, 28 de junio de 2008
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