domingo, 11 de mayo de 2008

Dulces confuciones


El despertar blanco de tu compañía.

En la negra noche entre los árboles a lo gato te asecho

des-prendido de recuerdos punzantes me entrego borracho de tu voz

al baile demencial de las respiraciones agitadas,

a la mirada tuya me lanzo desnudo y riéndo

sin tapujos ni miedos te desafío.

Te conozco. Sé lo que quieres. Sabes lo que quiero.

Y se produce el choque cósmico de los cuerpos:

centellantes y celestes se buscan

rabiosos y calientes

deseosos y delicados

miedosos y osados



... no quiero esperarte en un sueño

no quiero romper el cristal prístino del recuerdo de tu voz de miel



mejor me callo para seguirte escuchando dentro de mí
Aristo
a-temporal

Desde el mundo de las ideas