miércoles, 5 de noviembre de 2008

caminata de colores

Recuerdo la felicidad de sentir su boca cerca de la mía
sin besarla y sin que ella lo notara
en mi imaginación delicado lo hacía

y en la somnolencia mi nariz
por sus finos hombros subía
buscando su fino cuello tímido lo recorría
¿cómo llegar a sus besos?
es la gran pregunta
cuántos dioses debo matar para conquistar su boca
mujer niña sencilla
dale luz a mis torpes ojos
dame otro momento
regálame tu hermosa risa
Risato
ladrón de flores
los músculos se tensan
los hombros se levanta duros hacia la altura de la cara


el tiempo pasa y uno en él se va transformando
somos grandes
somos pequeños
somos ancianos
somos niños
somos somos y siempre estamos siendo
y todo avanza y nos arrastra
rompiéndonos las uñas tratamos de aferrarnos
pero no podemos
no somos dioses
como marionetas caemos por la existencia
a merced de los hilos del Azar y el Tiempo somos
somos
una vez más
siempre somos
somos en el momento en que florecen las ilusiones
somos en el momento que se despierta el sueño
somos la caída
somos hoja al viento
somos seres extraños que chocamos sin vernos
Aristo
y el códico imposible de la existencia

Desde el mundo de las ideas