lunes, 25 de febrero de 2008

Explosión ceLeste. Caos cósmico


Negra noche cae la luna sobre la negra ola

revienta el blanco in-existente en espuma horizontal


la mente no entiende

no hay razón alguna


un cinturon de estrellas atraviesa violento el cielo

a paso lento

prepotente

aristocrático

imposible

in-finito


nubes de polvo cósmico y racionales triángulos de estrellas perfectas

el cuadrado es el todo en la blanca nada negra

sus vértices celestes anuncian la venida de una señal en mi pequeña humanidad a veces gris

que juega a ser divina, acercándose con preguntas de torpe lenguaje a una explicación

in-existente


día a día

ruego en silencio ver un destello de luz

o una señal de vida en el burlesco cosmos

o algo no-humano,

no-racional

ya no hay dioses ni hombres

sólo estamos en la soledad del silencio

escuchando la interior música del espacio

viendo el misterioso movimiento del todo en la nada


absoluta


y cae como rayo la pregunta

y me parte la cabeza la duda

y siento que se me destapa la cabeza y vuelan en rojo mis sesos

y la búsqueda de conceptos me taladra ruidosa las sienes


necesito saber más

la vida es corta y no quiero creer que es mi naturaleza humana la que me impide llegar al cielo


cuál es la fórmula

dónde está el oscuro alquimista de claras palabras

todo se mueve y no sé hacia dónde vamos

Angustia. Mente seca. Impotencia. Pregunta existencial. Seducción suicida. Intriga profunda. Mente felina. Cuchillos filosos. El alma se va del cuerpo: quiere ser estrella, quiere ser todo en la nada y no nada en el todo.


se rumorea que viene un ecLipse

¿será esa mi señal?



Aristo

domingo, 10 de febrero de 2008

Sueños de aire


Nunca pensé en la cristalización de mis abstractos sueños de aire.

Que ese aire mágico se materializara en ti.

Tú y mis sueños, lo más mío que tengo.

De polvo cósmico pasaste a insensible flecha certera y despiadada

que asedia violenta mis temores de que te quiebres, cristal perfecto, cortándome el cuerpo y los sueños,

los malditos sueños,

reventándome en lágrimas de sangre espesa, entregándome despiadada

a la maldición asumida de solitarios caminos

fríos sin tenerte, sin sentirte, olvidándote con odio

y maldiciendo, una vez más, al mundo miserable y sus estúpidas razones.

Aristo

viernes, 8 de febrero de 2008

Maldición al Cristianismo

Dime qué esperas de una sociedad que vomita sus pobres a la miseria. La degradación gris del cuerpo que se cae a pedazos. El olor de la carne que se pudre en el olvido de todos. Las moscas rondan sus sienes y las ropas rotas, destruidas, miserables. Y la gente... en silencio, indiferente, burlezca: muriéndose en su riqueza. Engordando de tanto engullir beneficios.
El humo de las fábricas y la desazón del niño de la población. El crecimiento de los menos y los suplicios de los muchos que son pasados lentamente por el cuchillo de la justicia. Las cárceles llenas y qué, y nada. Todo sigue igual.
La violencia des-medida que atrapa tu perra vida. Tu espanto y tu miedo de salir a la calle. La sociedad te consume y la rebeldía sólo luce en tu mente aterrada, por los prejuicios de tu gente opacada. No eres un rebelde ni jamás lo serás, mierda buena onda.
El diablo qué, te asusta? El miedo qué, te asecha?
La vida, la muerte y después qué. Dios dónde estás, solamente brillas por tu ausencia. Nosotros muriéndonos y tu escondido en la parroquia miserable. Los cielos se abren en azul misterio y no te encuentro. Las palabras vacías de la misa. La mente retorcida. Se acaba el domingo. La vida continua hacia el infierno y tu sólo ríes al vernos caer.

martes, 5 de febrero de 2008

Morir de pie y no vivir arrodillado es el lema

Qué insolente arrebato:
violento, irrespetuoso
sin memoria ni recuerdos

Agresiva con vuelos de polilla me castigas
con barata palabrería acribillas el silencio y mi poesía

Cobarde quien ataca desde atrás
miserable estocada

Vomito de borracha lujuria palabreada
ostentando la felicidad in-completa
enriqueciéndose de mi pena

Avanzar pisoteando a quien te ama
escupiéndole a su recuerdo

¡Orgullo de mosca!
¡Honor de cucaracha!
¡Felicidad de hiena!
Alma de flor marchita
te des-harás en lágrimas malditas
y te ahogaras en la negra pena infinita,


en el vacío de la soledad individual mi aroma violenta a tu garganta se atrapará

¡Una y mil veces más!
Es mi maldición, mi condena

¡Látigo de viento! ¡Conciencia in-tranquila! ¡La sangre te revienta las venas!


lunes, 4 de febrero de 2008

La careta


Comienza la semana. El día ilumina, pero es gris. Las senciones recorren mi cuerpo haciéndome cosquillas en los brasos. La mente se llena de radicales ideas. El alma pide salir de su corporal jaula. Los daños colaterales de la noche los siente más mi mente que yo. Los pensamientos se van solos. No los manejo. No les importo. Quieren matarme. Se ríen de mí. ¡Perros bastardos mal agradecidos! La tarde se hace negra y no hay luz. Crece la burla de la sociedad. Ya no se puede ser uno. Ya no se puede ser diferente. Las malditas relaciones sociales: vacías, des-echables, el maldito amor simplificado y cobarde. Ese puto amor sin voluntad. Ese estúpido amor que no está dispuesto a tolerar ni a aspirar a la eternidad. Amor terrenal, falso, decadente. Amor de hienas. Es que acaso nunca creíste en la posibilidad de alcanzar la divinidad mediante el amor; es que nunca escuchaste la gran frase del maestro francés Michelet "El hombre es un Dios caído que se acuerda de los cielos". No lo crees acaso. No crees que puedes ser más. No entiendo. La mediocridad. La apatía. La mierda. La nada absoluta. El ruido del arrepentimiento silenciado y sus malditas máscaras sociales.




Aristo
con el martillo en la mano

Ríen las bestias, lloran los ángeles


Ríe por la fatal paradoja de reír y llorar

ríe bufón

no llores; la pena

ni siquiera la menciones

ríe por los que no están

ríe por la soledad y su puta maLdad

búrlate de la imbécil debilidad de aquel estúpido hombre que pensó en por siempre amar

ríete del misterio de la vida y

de la miseria de quienes la viven

ríete de la sangre furiosa que escribe esta letra

de como su fe poco a poco se seca

ríete de la crueldad del imperturbable tiempo

viento corta-garganta

asesino a-moral y aplastante

divino

aristocrático

superior

des-bocado Tiempo te arrastra por lugares lejanos al ahora

y no hay vuelta atrás

y no hay arrepentimiento

deja de llorar sensible ser maquillado

vuelve a ser aire

arriésgate

a ser feLiz

descubre la sensibilidad del nuevo detalle

y siente que esto es para ti

sí, es tuyo

nunca te habría dejado caer

Desde el mundo de las ideas