jueves, 24 de abril de 2008

mejor vete
con la hipocrecía brillando, tu fiel arma blanca
negra oscura miserable perra errante
llena de mentiras se te caen cuando caminas
malditas ilusiones
tonteras modernas
desde abajo te secreteas con las ratas
juegan a sabotear mis sueños
¡cerdos materialistas! ¡todos!
se hacen grandes mientras más cabezas pisotean
cucarachas ediondas
mentiras podridas
juramentos falsos
hasta nunca
déjenme
suéltenme
garrapatas muertas, me coquetean con sonrizas siniestras
las mataría, pero el asco de pisotearlas
me hace perdonarles la sucia vida
ARISTO
dispara misiles

No soy indiferente al momento

al encuentro secreto de las miradas y los cuerpos


al canto desolado del viento

de vernos partir derrotados, muertos


aún no es nuestro tiempo

des-consolado en el reflejo del aire lo observo

ritmos distintos perversos


destino arrojado, imposible perderlo


cómplices gatos nocturnos contra todo nos vemos

sin romper el cristal silencio

esquivando la mirada babosa de los ojos muertos


tomo tu cuerpo

robo tu alma

hago mío el momento


sin espacio ni tiempo

subo tu muslo con mi lengua, te provoco certero

respirando agitado, muerdo tu cuello.

aguantar mi salvaje sentir más no puedo.

Es la sangre maldita, el rojo lujuria y el viento.

El volcán violento. El estallido cósmico arrebato sincero.




sin dios

pequeño pagano me entrego

a la música del diablo

y su placer de la carne, del fuego interno


bendita maldición de ser tu prisionero

mujer eterna, tu aroma aún la siento

mi niña perfecta, capricho cruel del negro tiempo





Aristo, desafiante, blasfemo
(foto de aquella musa invisible: fantasma que me desvela, recuerdo que me persigue)

Desde el mundo de las ideas