viernes, 23 de enero de 2009

huracán perfecto

quiero con mi nariz reccorer tu cuerpo
mujer-tierra
soy tu hombre-viento
huracán violento
golpe de amor
espasmos de vida
para los ojos del mundo
dos enfermos
es la envivia de no tener
lo que nosotros tenemos
el amor frenético
desafiante
y anhelante siempre de otro encuentro
en la solitaria noche te siento
y en tu ausencia entro en tu cuerpo
con mis manos te toco sin hacerlo
y el viento penetra lento
hasta llegar a tus secretos
¿dónde escondes a tus muertos
mujer-tierra-tormento?


aristo
del aire
manos de viento

loco de locura, amante nocturno

son sus manos suaves que acompañan mi silencio
son sus ojos pequeños que se esconden
pero que en un segundo se sumergen en mis precipicios

no te metas en esos laberintos, princesa
ni en mis oscuros recovecos
encontrarás un corazón herido y la mente de un enfermo

deberás cruzar el río rojo de mi sangre
que violenta sube
baja
y
cae
sin orden ella atraviesa los siete mares
desafiando a dios y a sus malditos ángeles

ejército de cobardes

vez lo que te digo
es mi enfermedad
son mis des-aires

es el torrente que todo lo destruye
es el pulso caliente de mi corazón que arde

por tus besos
viajar hacia lo in-explicable

quemarme con tu boca
en tu sexo asfixiarme
que me aprieten tus piernas
hasta estrangularme

buscar felino
tus rincones oscuros
y devorarlos animal salvaje
romperlos desde dentro tuyo
quemarte con este corazón que por ti arde

matarte
felinamente desearte
a tus ojos lento acercarme
sentir que los reviento con sólo mirarte

¿escuchas mis gemidos?
¿sientes como las venas se hinchan y quieren reventarse?

¿sientes el vibrato?
sinfonía de respiros
en el oscuro silencio y el calor de enero
abrir cada poro de tu volcánica carne

con mi lengua absorber tu sudor
con mi lengua buscar tus fluidos
con mi lengua amarte fuego furia pasión

recorrer tu cuello lento y robarte su olor
atraparlo en mi garganta
y condenarlo al perpetuo amor

es mi maldición
mi condena
es mi alma la que te grita
mujer-tierra
llévame a tus precipicios
lánzame a tu vacío
castígame
fusílame
mátame
bésame
ámame
hazme tu hombre tuyo en tus deseos nocturnos

aristo
y el ritmo de dos cuerpos hecho uno

lucura pasada la media noche

es el temblor interno
es el silencio
es el taladro que me atraviesa las sienes

es el ruido
son los murmullos
es mi corazón acuchillado tuyo
es el fluir maldito
es la ira contenida
son los sueños rotos por todos

¡asesinos malditos!
¡infelices bestias oscuras!

víctimas y victimarios de mi locura

en el limbo tambaleo
de caer preso de mi maldad
y de mis siniestros deseos

no le temo al vértigo
señor de mis precipicios
ser felino los desafío altanero

ave de presa
araña negra
serpiente venenosa

soy toda su crueldad, pero también la débil rosa
la flor que se seca
la lágrima que baja siniestra
la pena, la cicatriz, la mente enferma

soy Aristo, ¡un maldito!
tengo miedo
en la oscuridad de la negra noche
siento la blanca muerte

siento el frío del cuchillo
el ardor del hielo

caigo al vacío
o quizás
siempre estuve cayendo

brotan las flores
manchadas de mi sangre
florece mi pena
inexplicable condena

el cuchillo atraviesa lento
en ideas malditas
el corazón del hombre-viento

sangran, sangran, sangran mis miedos
el temor a despertarme loco sin tu compañía
en la extraña mañana
en esta vacía noche

mi enfermedad maldita
la crueldad del corazón que por ti palpita
el temor a que se haga recuerdo tu sonrisa

violentas ideas me azotan
el cuerpo cansado que siente
la mente caótica que medita suicida

sigue chorreando la herida
manchando en espesa sangre roja
mi negra poesía maldita

es la locura de Aristo
su lucha interna por la vida
su macabra aventura por recuperar
la asesinada ternura perdida



aristo
maldiciendo en silencio

Desde el mundo de las ideas