viernes, 8 de febrero de 2008

Maldición al Cristianismo

Dime qué esperas de una sociedad que vomita sus pobres a la miseria. La degradación gris del cuerpo que se cae a pedazos. El olor de la carne que se pudre en el olvido de todos. Las moscas rondan sus sienes y las ropas rotas, destruidas, miserables. Y la gente... en silencio, indiferente, burlezca: muriéndose en su riqueza. Engordando de tanto engullir beneficios.
El humo de las fábricas y la desazón del niño de la población. El crecimiento de los menos y los suplicios de los muchos que son pasados lentamente por el cuchillo de la justicia. Las cárceles llenas y qué, y nada. Todo sigue igual.
La violencia des-medida que atrapa tu perra vida. Tu espanto y tu miedo de salir a la calle. La sociedad te consume y la rebeldía sólo luce en tu mente aterrada, por los prejuicios de tu gente opacada. No eres un rebelde ni jamás lo serás, mierda buena onda.
El diablo qué, te asusta? El miedo qué, te asecha?
La vida, la muerte y después qué. Dios dónde estás, solamente brillas por tu ausencia. Nosotros muriéndonos y tu escondido en la parroquia miserable. Los cielos se abren en azul misterio y no te encuentro. Las palabras vacías de la misa. La mente retorcida. Se acaba el domingo. La vida continua hacia el infierno y tu sólo ríes al vernos caer.

Desde el mundo de las ideas