no puedo hablarte
no quiero hablarte
no tengo más remedio que escupir por la ventana
mirando el día gris que pasa
nublado como el sol siento mis ojos
pesados y dormidos
me cuesta hacer frente
me cuesta entender cómo vivir
a veces no lo deseo
sólo pienso en dormir ese sueño eterno
no quiero más responsabilidades materiales ni dependencias afectivas
estamos acá, los humanos, para hacernos daños
incluso cuando amamos
no quiero aprehender
al menos hoy no
no quiero estar acá
no quiero ver a tanta gente conectada
pero no conmigo
fantasmas en la oscuridad
eso son
se pasean con palabras y nombres que no entiendo
que tampoco van dirigidos hacia mí
producto de la descompensación moral me siento morir
no puedo pensar no puedo avanzar
mi cerebro infectado aún del blanco veneno lucha por vencer los últimos espasmos
dónde quedó la ternura, me pregunto sin saber si la quiero
condeno a una mujer que no me ama y acribillo a la que lo hace
Dios castigador sácame de acá
definitivamente este no es mi lugar
Risato
tormenta desde la mente
Es él, ser de voz y viento que habita dentro de mi piel. Es Aristo Risato, el de las ideas malditas, el de las letras de sangre.
lunes, 18 de enero de 2010
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Escribe y muere