basta
no existe no lo quiero
me retiro a mi camino sin pensarlo más
todo se perdió
incluso nosotros de nosotros mismos
adiós buenas noches chao adiós
te recuerdo te siento te olvido
Es él, ser de voz y viento que habita dentro de mi piel. Es Aristo Risato, el de las ideas malditas, el de las letras de sangre.
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Escribe y muere