tanta arrogancia
despilfarrando soberbia
cuidado que todo se devuelve
te quiero no te quiero nada
usted me prometió cosas que no cumplirá
quédese, no mejor no, llévese todo hasta irse entera de mí
porque ya no la quiero, me escuchó?
váyase con todas sus cosas
y algunas que eran mías
lléveselas todas
no las quiero, no la quiero
Es él, ser de voz y viento que habita dentro de mi piel. Es Aristo Risato, el de las ideas malditas, el de las letras de sangre.
jueves, 21 de enero de 2010
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Escribe y muere