jueves, 14 de junio de 2007

La puta vida que no escogí

Odio a mi padre.

Lo odio por sobre el mayor amor que pueda sentir.

Odio odiarlo y odio el maldito deseo de lastimarlo.

Se lo merece: arder en el infierno imaginario;

merece ser mordido por mil perros hambrientos enajenados.

La maldición del in-existente Lucifer caiga sobre su perverso ser y

los cuchillos del Azar corten su garganta venenosa y su lengua castigadora.

Odio a mi padre y a su miserable vida. Ser bajo y ruin algún día me vengaré.

Lo juro por el odio que le tengo y por la rabia de inexplicablemente quererlo:

Querer sus latigazos des-olladores, querer sus infames blasfemias y

su estúpida i-rracionalidad. Lo odio, lo odio y quiero seguir odiándolo.

Se merece el dolor in-imaginado y la in-diferencia imposible de su hijo olvidado.



Aristo

(acuchillado)

4 comentarios:

  1. Intenso y verdadero.

    Las palabras son tristes y es verdad tienen aspecto de cuchillo, pero está escrito con pasión y valentía.

    Adoro tus palabras y tu compañía.

    te amo, compañero eterno.

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  2. ta hueno pero ojala no lo lea tu viejo :S no creo que se sentiria muy bien.... en verda esta hueno... supongo que estuyo..

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  3. He visitado vuestra página. Valiente testimonio. Fuerte y conmovedor.

    Saludos.


    Daniel O. Requelme


    www.danielrequelme.com.ar

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Escribe y muere

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