Buscar el estado no es la solución. Buscar algo. ¿Qué?
La vida se manifiesta insolente y sabia. Irrefutable. Implacable. Inexorable y aplastante. Y en la cumbre del pensar se ilumina la pregunta. Limitada por las limitaciones de nuestro conocimiento. Miserable florece bella. Y estremece. Y pareciera olerse en el ambiente la congelación del tiempo: frío ácido de óxido pensamiento
la petrificación de la mirada en la esquina absoluta
y viene como rayo la sensación de que somos nada en juego de dioses
que somos poco, pequeños.
Las cosas no andan bien por el mundo. Y no es sólo por las guerras. La gente dejó de soñar. Las personan ya no creen. Funcionan. Dicen creer tapando su vacío con bultos de nada, de ideas huecas, de palabras sin alma. Hacen falta héroes. Héroes y nuevas ideas. Substancia. Inyección de cólera y que la ciudad arda en coLores. Explociones de vitalidad. Hace falta reír.
En qué momento fue que creímos, neciamente, que lo importante era el-tener y no el ser-feLiz
¿ ?
Aristo
Es él, ser de voz y viento que habita dentro de mi piel. Es Aristo Risato, el de las ideas malditas, el de las letras de sangre.
viernes, 4 de enero de 2008
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Escribe y muere