Primera vez que escribo tu nombre
y qué extraño se siente
Mejor lo desarmo y lo
escondo entre estas pensadas líneas.

A ver si lo encuentras. No lo creo.
(si ni siquiera notas cómo te veo).

A ver si te descuidas. De mí
no te fíes, porque
de la nada aparezco y
repentino te beso, arrebato de viento
entiendes mi infantil capricho?
Astuto culebreo esquivo

risueño voy sintiendo
a-temporales momentos imaginados
hacerlos carne quiero

No lo sé.
Será la caída misteriosa de tu pelo?
O el deseo sangriento del despecho?
No lo creo.

El monólogo invisible del alma calmada
busca a paso fino tu compañía
frenético y con mis ojos armados
busco cruzarme en tu mirada

Inocente te regalo mi mejor sonrisa
para provocar la tuya
para verte florecer
y perderme ciego en tu misterioso ser



Aristo