y ya se fue
y fue lo que fue
y nunca supe para ella qué fue
o quizás de nuevo me adelanto
y caigo una vez más preso de un arrebato
y mi corazón exaltado me golpea fuerte el pecho
y la sangre me quema
me revienta las venas
pero te lo agradezco
porque me arrancaste del pecho la pena
y en ti vi una mujer
mía a ratos
de lo que quiero querer
y no conformarme con menos
Recuerdas las miradas
Osadas que se estrellaban
Mientras el mundo alrededor nuestro pasaba
Intenso buscaba el secreto de ese brillo
Naciente de tu felicidad de niña
A-temporalmente invisible te rodeaba
y ahora sólo quedan las ganas
de que te conviertas en mi droga in-sana
y reventarme en ti y caer de nuevo a tus besos
de ellos felizmente preso
hasta pronto
mujer de margaritas y risas espontáneas
Aristo
y el secreto de su nombre
Es él, ser de voz y viento que habita dentro de mi piel. Es Aristo Risato, el de las ideas malditas, el de las letras de sangre.
miércoles, 9 de julio de 2008
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Escribe y muere