miércoles, 29 de octubre de 2008

Anoche soñé que la besaba. Juro que es cierto.
Su boca gruesa tocaba lento la mía: abriéndose, cerrándose, respirando de mi aire

y sus ojos cerrados al abrirse calaban profundo los míos
llegando al secreto de mi felicidad

mi felicidad es un beso de ella
aunque sea en los sueños
aunque sea en la no-realidad

aún siento su tibio aliento y su abraso tierno
ya despierto vienen los humanos pudores
la inseguridad que trato de vencer
quiero verte aunque sea para verte de lejos

eres un regalo
eres mi música de la mañana
eres mi ilusión de la tarde
eres mi rezo de las noches


aristo
poeta del arrebato

2 comentarios:

  1. ojalá alguien me quisiera así como escribiste en este escrito... y respecto a tus comentarios en el mío... escribe cuanto y lo que se te ocurra. no hay límites.

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  2. Al final son sólo eso: sueños... nos resucitamos en el sueño una dos tres infinitas veces... pero sólo es eso, sueño; tan reales que confunden la realidad con un sueño, y todo no es mejor en el sueño... Si Heine no hubiese tenido sueños, yo no leería poesía...
    Y comparto el comentario anterior: ojalá alguien me quisiera así...

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Escribe y muere

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