El quiebre brusco de la línea recta
el ángulo recto
los noventa grados que violentan
pero que los "hombres de bien" sustentan
Quiebre. Caída. Golpe. Muerte.
Puntada al cerebro. Ideas dementes.
Realidad falsa. Pensamiento suicida. Cuerpo caliente.
No quiero creer en lo que veo.
Que mis ojos busquen en lo in-visible
que no los seduzca el disfraz de lo tangible
Ni los besos. Ni los edificios. Ni las personas existen.
Ni las instituciones. Ni las ideas. Ni las palabras existen.
¡No existen!
Son el no-ser de su esencia
la negación de su ser en su falaz existencia.
Es el golpe brusco de mi martillo
¡Mi condenación! ¡Mi sentencia!
No existe lo que aparentemente es
no es lo que es
sino lo que se oculta dentro del ser:
la sensación de contacto con lo percibido.
Más allá de la maqueta de lo real
se encuentra el ser en su estado natural
en su atmósfera de árbol y viento
de bosque y montaña
de música y magia
de la comunión de la tierra
el fuego
el aire
el agua
En su estado de lucha por el Azar concertada
La tensión que todo lo contiene
sobre la cual todo es y vive
El movimiento del Cosmos
genera el pulso de las partes
que se contraponen y se tensan
Todo fluye. Todo se transforma.
Sin el humano quiebre de "lo real" impuesto
no sería el mundo
un falso vacío muerto
aristópoLus
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Escribe y muere