se rompe todo
todo se rompe
la felicidad
la alegría
los momentos plenos
todos se rompen
o se romperán
trizado queda el cristal
golpeada el alma ante la crueldad
y aunque no crea en ella
ahora sí pienso que hay maldad
las ganas de herir
las ganas de a toda costa ganar
qué decepción
qué asco siento
qué náuseas me provoca esta realidad
la manipulación y los artificios del amor
y el alma aturdida trata de caminar
haciendo caso omiso de la sangre, de la herida
hasta cuándo continuar es la pregunta
hasta que los retazos del cristal roto rajen el cuerpo entero
hasta que no quede más sangre sino tan sólo un cuerpo seco...
incapaz de amar?
nunca! jamás!
grita sorda mi voluntad
a ratos siento un profundo desprecio por el amor
o por los humanos que aman
hasta su sangre me parece de utilería
plástica reciclable falsa
hacer que los amantes callen y que sus miradas hablen
qué sabia es la respuesta que se contesta con un silencio
¡pero cuántas cumbres se deben subir para conquistar tal sapiencia!
Aristo Risato
Dios mío, ¡si tan sólo existieras!
todo se rompe
la felicidad
la alegría
los momentos plenos
todos se rompen
o se romperán
trizado queda el cristal
golpeada el alma ante la crueldad
y aunque no crea en ella
ahora sí pienso que hay maldad
las ganas de herir
las ganas de a toda costa ganar
qué decepción
qué asco siento
qué náuseas me provoca esta realidad
la manipulación y los artificios del amor
y el alma aturdida trata de caminar
haciendo caso omiso de la sangre, de la herida
hasta cuándo continuar es la pregunta
hasta que los retazos del cristal roto rajen el cuerpo entero
hasta que no quede más sangre sino tan sólo un cuerpo seco...
incapaz de amar?
nunca! jamás!
grita sorda mi voluntad
a ratos siento un profundo desprecio por el amor
o por los humanos que aman
hasta su sangre me parece de utilería
plástica reciclable falsa
hacer que los amantes callen y que sus miradas hablen
qué sabia es la respuesta que se contesta con un silencio
¡pero cuántas cumbres se deben subir para conquistar tal sapiencia!
Aristo Risato
Dios mío, ¡si tan sólo existieras!
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Escribe y muere