-Me gustas. Me gustas mucho... pero, ja... qué ridículo; es tonto, pero quiero besarte y no me atrevo. Estoy como congelado. Mírame. Me siento tieso y creo que cada vez que hablo más la cago...
-Shhhh, solamente hazlo.
Es él, ser de voz y viento que habita dentro de mi piel. Es Aristo Risato, el de las ideas malditas, el de las letras de sangre.
lunes, 25 de enero de 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Escribe y muere