...no es vértigo, es un vacío que crece. Me entiendes?
No.
Es una pena que baja en una lágrima, infinita... es el triunfo del caos sobre el orden.
Escúchate. Habla contigo. Aléjate del ruido y escúchate en silencio
... Escuchar qué, mis palabras, mis palabras rebotando?
Date un respiro. La vida no termina ahora... sabes cuál es un gran deporte...
Cuál...
Dejar de quejarse
quién tenga oídos para oír, que oiga. Yo necesito conquistar mi silencio. Risato, viento frío y fuerte, ¡baja de la montaña! Ven a mí en tu alma de río, ven a mí cantando, ven con alas y con mi amor, mi amor eterna primavera. Ella. Ésa que me tiene con este vacío, la que me castigó con su silencio.
Es él, ser de voz y viento que habita dentro de mi piel. Es Aristo Risato, el de las ideas malditas, el de las letras de sangre.
sábado, 14 de mayo de 2011
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Escribe y muere