lunes, 17 de marzo de 2008

MaLdito otro-yo

Yo no fui. Aristo fue.
No lo perdones, pero a mí no me abandones.
Es un loco ¡un poeta!
Por eso está preso en mí. No puede andar suelto
sin filtro lanza granadas rojas y certeros cuchillos
Sin límtes avanza destruyendo y construyendo.
Impune. Desvergonzadamente feliz. Solitario.
Felicidad felina. Felicidad de águila.
Se revela contra mi corazón y escupe fuego.
Entiéndelo. Él fue, no yo.



Franco

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Escribe y muere

Desde el mundo de las ideas