
son las sensaciones estomacales
las agujas que me clavan lento y profundo
una a una
en la garganta
las agujas que me clavan lento y profundo
una a una
en la garganta
en la espalda
en los brazos
en los dedos
en la mente
en los pies
el asco de despertarme asfixiado por las mañanas
la náusea de mirarme al espejo
la bilis que me quema la tráquea
el vómito de sangre que chorrea la limpia hipocresía hogareña
el silencio suicida
la tensión en las sienes que me revienta el cerebro
el cuerpo tieso
muerto viviendo mi propia muerte
caigo preso de mí
agotado
en los pies
el asco de despertarme asfixiado por las mañanas
la náusea de mirarme al espejo
la bilis que me quema la tráquea
el vómito de sangre que chorrea la limpia hipocresía hogareña
el silencio suicida
la tensión en las sienes que me revienta el cerebro
el cuerpo tieso
muerto viviendo mi propia muerte
caigo preso de mí
agotado
aplastado por el día a día
ahorcado por siniestras mentiras
electrocutado por el dolor de la vida
fluyen espasmos como fluye el torrente vertiginoso de la sangre
presionando las venas
hasta que se revienten
y todo se tiña de espeso rojo
y la mente negra quede en blanco
el tiempo me corta la yugular
y me triza la cara
y me bota al suelo
y se mea en mis sueños
aturdido no me incorporo
más vómito
más náusea
ahorcado por siniestras mentiras
electrocutado por el dolor de la vida
fluyen espasmos como fluye el torrente vertiginoso de la sangre
presionando las venas
hasta que se revienten
y todo se tiña de espeso rojo
y la mente negra quede en blanco
el tiempo me corta la yugular
y me triza la cara
y me bota al suelo
y se mea en mis sueños
aturdido no me incorporo
más vómito
más náusea
más asco
más odio en los ojos
más negras noches, más fuerte se me revientan los oídos
y me desollo la piel con los dientes
caníbal víctima de mi hambre busco la explosión de los sesos
y degollarme y marcar mi corto camino con sangre
golpearme los puños contra duras murallas destino
que los huesos se abollen
que arda
¡que arda cada hueso en el infierno!
más negras noches, más fuerte se me revientan los oídos
y me desollo la piel con los dientes
caníbal víctima de mi hambre busco la explosión de los sesos
y degollarme y marcar mi corto camino con sangre
golpearme los puños contra duras murallas destino
que los huesos se abollen
que arda
¡que arda cada hueso en el infierno!
manjar para los perros del Maligno
y el pecho abrírmelo
a dos manos rajarlo
arrancarme el corazón temeroso palpitante
y pisotearlo hasta que reviente
a dos manos rajarlo
arrancarme el corazón temeroso palpitante
y pisotearlo hasta que reviente
hasta que me caiga al suelo
hasta que se me cierren despacio los ojos
hasta que la blanca-nada-absoluta absorba mi último color
hasta que se me cierren despacio los ojos
hasta que la blanca-nada-absoluta absorba mi último color
hasta que el último suspiro se pierda en esta última letra de sangre
...
Aristo
perro bastardo
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Escribe y muere